1. LOS COMIENZOS DE LA LITERATURA GRIEGA.
Los poemas más antiguos de la literatura griega (y de toda la literatura occidental) son la Ilíada y la Odisea, fechados en el siglo VIII a. de C. y atribuidos a Homero.
Sin embargo, estos poemas, que para nosotros representan un comienzo, hay que considerarlos más bien como la conclusión de un largo desarrollo, de una larga tradición de poesía épica anterior a Homero de la que no se ha conservado nada.
Esta poesía épica anterior a Homero era de composición oral. Se trataba de canciones en honor de los héroes de épocas pasadas, que se consideraban mejores que el presente, canciones que se mantenían vivas gracias a la exposición oral de los rapsodos o cantores.
Los rapsodos no cuentan con un texto prefijado, sino que crean su canción de nuevo en cada oportunidad. El cantor está simplemente provisto de dos cosas: el conocimiento de las leyendas de su pueblo, y un aparato de fórmulas fijas, que incluyen el adjetivo tópico, expresiones invariables y escenas características que se repiten una y otra vez (bodas, funerales, preparativos de viaje... ). Este material de poesía épica oral constituye la fuente de Homero.
2. HOMERO Y LOS POEMAS HOMÉRICOS.
Homero (siglo VIII a. C.) es el más antiguo y el más celebrado de los poetas griegos. Las leyendas que rodean su origen plantean numerosas dudas incluso sobre su misma existencia y la autoría de las obras que se le atribuyen. Probablemente fue un rapsodo, y, como tal, conoció algo de mundo, mas un rapsodo íntimamente vinculado a las cortes principescas de su tiempo; no se ha dado la solución a la contienda de las siete ciudades que aseguran que nació entre ellos, y resulta dudoso si su nombre originario fue Melesígenes y tomó, al quedar ciego, el nombre de {Omhro".
En cualquier caso, le es atribuida la autoría de la Ilíada y la Odisea. Se trata de dos poemas épicos compuestos cada uno de ellos por 24 libros o cantos, que constan de un número de versos entre 450 y 900. Las dos epopeyas hacen referencia a relatos de la edad heroica y tienen como trasfondo la Guerra de Troya.
La Ilíada narra un episodio de la Guerra de Troya, provocado por la cólera de Aquiles, el más valeroso de los guerreros griegos, quien, ofendido por el rey Agamenón, jefe del ejército griego aliado contra Troya, que rapta a una joven prisionera a la que él ama, rehúsa combatir y se retira a su tienda.
3. HESÍODO (siglo VIII a. C.)
Homero y Hesíodo están unidos por la métrica, el lenguaje épico y la tradición rapsódica, pero son muchos más los elementos que los separan: geográfica y socialmente pertenecen a ámbitos totalmente diferentes. Hesíodo crece en Beocia, y esta región de Grecia central, con su aislamiento campesino, su riqueza en tradición antiquísima y su peculiaridad tosca y vigorosa, influyó de manera decisiva en su carácter y su poesía.
El mundo de Hesíodo no es el mundo de los terratenientes nobles, sino el mundo de los pequeños campesinos y su dura lucha por la existencia.
Hesíodo conoció la poesía homérica a través de los rapsodos errantes; aprendió el oficio de los rapsodos para convertirse más tarde en uno de ellos, si bien no realizó nunca largos viajes. Al formar parte del círculo de los rapsodos, sus poemas fueron transmitidos pronto de manera rapsódica.
Aparte de otras obras de atribución bastante dudosa, han llegado a nosotros dos poemas con la autoría de Hesíodo: la Teogonía y los Trabajos y Días.
En la Teogonía la línea principal del desarrollo está dada por la sucesión de las tres deidades que han gobernado el mundo: Urano, Cronos y Zeus. El cambio de poder ocurre de manera violenta. Cronos corta los genitales de su padre Urano, y llega de este modo al poder. Como Cronos devora a sus hijos, su esposa Rea aparta a Zeus, que acaba de nacer, y lo oculta en Creta, donde se va preparando para convertirse en el futuro amo del mundo. En su lucha contra los titanes se apodera definitivamente del trono.
Pero una gran cantidad de elementos rodea este núcleo de la sucesión: cosmogonía, uniones y descendencias, representación de las cosas y las fuerzas de este mundo.
Los Erga, conocidos también como Trabajos y Días (a pesar de que el agregado referido a los días no debe ser atribuido a Hesíodo), son poesía didáctica: vienen a ser un manual dedicado a Perses, hermano del poeta, un mal administrador que está muy necesitado de consejos sobre las faenas del campo. El poema describe el año del labrador en Beocia, contado por un hombre que sabía mucho de este oficio. Esta sabiduría de campesino con algunos cuentos sabrosos.
El núcleo del pensamiento de Hesíodo lo constituye la lucha que tiene lugar en su alma entre la valoración pesimista de este mundo y la fe devota en normas de un valor absoluto. El esfuerzo y la molestia son propios de la existencia humana, pero Zeus ha concedido al hombre un instrumento para escapar de la lucha de aniquilación de todos contra todos: la justicia.
En cualquier caso, le es atribuida la autoría de la Ilíada y la Odisea. Se trata de dos poemas épicos compuestos cada uno de ellos por 24 libros o cantos, que constan de un número de versos entre 450 y 900. Las dos epopeyas hacen referencia a relatos de la edad heroica y tienen como trasfondo la Guerra de Troya.
La Ilíada narra un episodio de la Guerra de Troya, provocado por la cólera de Aquiles, el más valeroso de los guerreros griegos, quien, ofendido por el rey Agamenón, jefe del ejército griego aliado contra Troya, que rapta a una joven prisionera a la que él ama, rehúsa combatir y se retira a su tienda.
3. HESÍODO (siglo VIII a. C.)
Homero y Hesíodo están unidos por la métrica, el lenguaje épico y la tradición rapsódica, pero son muchos más los elementos que los separan: geográfica y socialmente pertenecen a ámbitos totalmente diferentes. Hesíodo crece en Beocia, y esta región de Grecia central, con su aislamiento campesino, su riqueza en tradición antiquísima y su peculiaridad tosca y vigorosa, influyó de manera decisiva en su carácter y su poesía.
El mundo de Hesíodo no es el mundo de los terratenientes nobles, sino el mundo de los pequeños campesinos y su dura lucha por la existencia.
Hesíodo conoció la poesía homérica a través de los rapsodos errantes; aprendió el oficio de los rapsodos para convertirse más tarde en uno de ellos, si bien no realizó nunca largos viajes. Al formar parte del círculo de los rapsodos, sus poemas fueron transmitidos pronto de manera rapsódica.
Aparte de otras obras de atribución bastante dudosa, han llegado a nosotros dos poemas con la autoría de Hesíodo: la Teogonía y los Trabajos y Días.
En la Teogonía la línea principal del desarrollo está dada por la sucesión de las tres deidades que han gobernado el mundo: Urano, Cronos y Zeus. El cambio de poder ocurre de manera violenta. Cronos corta los genitales de su padre Urano, y llega de este modo al poder. Como Cronos devora a sus hijos, su esposa Rea aparta a Zeus, que acaba de nacer, y lo oculta en Creta, donde se va preparando para convertirse en el futuro amo del mundo. En su lucha contra los titanes se apodera definitivamente del trono.
Pero una gran cantidad de elementos rodea este núcleo de la sucesión: cosmogonía, uniones y descendencias, representación de las cosas y las fuerzas de este mundo.
Los Erga, conocidos también como Trabajos y Días (a pesar de que el agregado referido a los días no debe ser atribuido a Hesíodo), son poesía didáctica: vienen a ser un manual dedicado a Perses, hermano del poeta, un mal administrador que está muy necesitado de consejos sobre las faenas del campo. El poema describe el año del labrador en Beocia, contado por un hombre que sabía mucho de este oficio. Esta sabiduría de campesino con algunos cuentos sabrosos.
El núcleo del pensamiento de Hesíodo lo constituye la lucha que tiene lugar en su alma entre la valoración pesimista de este mundo y la fe devota en normas de un valor absoluto. El esfuerzo y la molestia son propios de la existencia humana, pero Zeus ha concedido al hombre un instrumento para escapar de la lucha de aniquilación de todos contra todos: la justicia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario